Origen de Bonao


Bonao debe su nombre al cacique que llevaba este nombre,  Don Francisco de Bonao, quien era el jefe indio de mayor jerarquía, además aprendió la doctrina cristiana de los Frailes Franciscanos y gozaba de cierta distinción entre los españoles. Tenía su residencia en la antigua sección de Bonao Arriba (Bonaíto).
Dice el historiador nouelense Gilberto de la Rosa que “el bravo Cacique (sic) era subalterno del gran cacique del Cibao, Guarionex, y no pudo resistir la extinción de los indígenas al ser sometidos a duros trabajos por los colonizadores españoles. De ahí que, pese a haber sido educado en la doctrina cristiana, se rebeló contra los españoles y negó dicha doctrina, haciendo renacer las “viejas y sanas costumbres taínas”.
La Villa del Bonao, que ocupaba el cuarto lugar entre los establecimientos urbanos creados por los españoles, fue originalmente una fortaleza levantada en 1494 con el interés de asegurar los trabajos en las minas de sus cercanías.
El antiguo Bonao fue fundado aproximadamente a 10 kms. Hacia el sur de la actual ciudad, en un lugar llamado La Paila, nombre que procede “del hecho de haberse  encontrado allí, en medio de espeso arbolado que creció en el sector, un trozo de paila, la cual utilizaba en el ingenio de azúcar que establecieron allí activos y emprendedores vecinos de la antigua Villa del Bonao.”
La primera descripción de Bonao la hizo, en el siglo XVI, Fray Bartolomé de las Casas, quien nos dejó una idea clara de su impresión frente a la belleza y fertilidad del Valle de Bonao: “Es de tanta fertilidad esta provincia y Vega del Bonao, del pan y fruto naturales desta tierra, que aunque toda esta isla es dellos abundante y fructífera, pero ésta es sobre todas las provincias dichas, o pocas hay que le lleven ventaja, porque era sobre todas abundantísimas y causi como el alholi de toda la isla.”