Las primeras familias que poblaron el Valle del Bonao

Según expresa el profesor Don Oscar Rosario Rosario- Columna Columna: “Don Pedro José Columna (mi tatarabuelo materno), fue el primer Columna, quien llegó al Valle del Bonao desde Santo Domingo y procreó a Lorenzo Columna (mi bisabuelo materno), quien tuvo dos hijas: Juana (mi abuela paterna) y Secundina (mi abuela materna). A éstas dos damas Columna las casaron con dos hermanos Rosario y Rosario: Santiago (mi abuelo paterno) y a Juan Ramón Rosario ( Monguí, mi abuelo materno). Santiago Rosario Alegre (mi bisabuelo paterno) llegó casado al Valle del Yuna (con la prima Cristina Rosario, de Sabana Iglesia), desde Puerto Plata, de origen castellano, engendrando a Santiago Rosario y Rosario (padre de Onofre, mi papá, de mi tío Chiro y de mi tía Idelfonsa Rosario Columna). También tuvo a Juan Ramón Rosario y Rosario (Monguí), genitor de Tía Flora, de Rosa (mi madre), de Soto, de Heró y de Ramón Rosario Columna (cariñosamente el Bronce).
Boyer tomó posesión de Santo Domingo el 9 de febrero de 1822. Don Santiago Rosario Alegre y Don Marcelino Vargas Díaz, compraron los títulos de sus propiedades el 29 de enero y el 5 de febrero de 1822, respectivamente. Mientras que Juan José García Rodríguez y Don Pedro José Columna, el 30 de marzo y el 15 de abril del 1822, después de la ocupación haitiana. La Villa de Bonao tuvo bastante suerte en su generación o plasmación porque el desequilibrio reinante entre la entrega y la toma de posesión de Quisqueya lo permitió, ya que, si el presidente Boyer no iba a permitir bajo ningún concepto las ventas de tierra a hispana, que era el máximo deseo o el obsesivo sueño del pueblo quisqueyano, concomitantemente en el amplio escenario del Universo, junto al epopéyico estampido del trabucazo independizador del cibaeño Ramón Matías Mella y a la enarbolización de la bandera nacional pro el incorregible e indomable héroe-mártir Don Francisco del Rosario Sánchez, en la celebérrima noche del 27 de febrero del 1844 y cristalizándose, en tan inesperado y en tan brillante momento, algunos sueños, segundo coloso de la libertad antillana, el magno e ilustre patricio caribeño, Don Juan Pablo Duarte Díez.”

Tomado de la obra El Bonao Colonial y el Bonao Moderno, de la autoría del Dr. Emilio Muñoz Marte.